Ahora es cuando vender a China

• Por Mario Barron Pérez-Moreno (*)

“Regala un pescado a un hombre y le darás alimento para un día, enséñale a pescar y lo alimentarás para el resto de su vida.” Proverbio chino

China es uno de los países emergentes que aún ante la crisis financiera que atraviesa el mundo y que también le ha tocado padecer, tiene un papel vital en la economía global; su monumental geografía, su capacidad de producción, el cada vez mayor poder adquisitivo de su clase media y la importancia que tienen sus reservas internacionales en el sistema financiero mundial (principalmente en Estados Unidos) son sólo tres de sus aspectos económicos que están marcado la pauta en el todo el orbe.

Durante los últimos años y gracias a la paulatina lluvia publicitaria que representó la novedad china, se organizaron en diversos centros, organismos, universidades y empresas desde estudios, seminarios y cursos hasta libros y un sinfín de reportajes sobre las oportunidades que ofrecía el mercado chino a los inversionistas de todas las regiones, vendiéndoles la idea de enseñarles cómo hacer buenos negocios y de provecho con el gigante asiático.

CUESTION DE VOLUNTAD EN LA RELACIÓN COMERCIAL CHINA-MÉXICO

México también abrió sus oídos y ojos a esta nueva tendencia, aunque en opinión de muchos, un tanto tarde, ya que mientras países como Brasil, Argentina, Chile e incluso Perú, se prepararon muy bien para maximizar sus relaciones económicas y culturales con la nueva potencia, la fábrica del mundo .y además con suficiente tiempo en sus manos, México como parte de sus políticas proteccionistas, fue el último país en reconocer el ingreso de China a la OMC en lugar de aprender a conocer al nuevo integrante y empezar a mejorar su nivel de competitividad en la industria.

Tampoco fue de mucha ayuda la imposición de cuotas compensatorias a diversos productos chinos, en aras de proteger sectores industriales de suma importancia para México, dichas cuotas cabe recordar, serán eliminadas por completo para el año 2011; por otra parte, la desinformación que muchos empresarios tenían, hizo que siguieran viendo a China como un riesgo, un peligro latente para nuestras industrias, opinión que si bien es cierto ha cambiado en el presente, aún existen cierta desconfianza en algunos sectores como el textil o juguetero. Pero para no confundirnos, hablamos de dos contextos: la competencia en nuestro propio país y el comercio inteligente con esa nación.

No obstante, con un enfoque en lo segundo, la idea de vender en China nuestros productos resultó muy atractiva y en la práctica, cuando fue bien ejecutada, hasta exitosa en ciertos casos, pero lo que poco se dijo en la mayor parte de aquellos cursos o libros, es que no todos iban a poder tomar una rebanada de ese pastel tan tentador, al menos no de la forma como se les estaba planteando ni mucho menos tan fácil como se afirmaba.

La balanza comercial ha sido deficitaria en gran manera para México, de hecho en 2008 fue superior este déficit en más de dos mil 700 millones de dólares; durante el periodo en que se inició una fuerte labor por fortalecer los lazos comerciales entre ambos países, algunos de los empresarios o interesados en esta labor, en lugar de ir a vender sus productos o concretar negocios para sus lugares de origen, al final de cuentas, regresaron con sus propios contenedores, en algunos casos llenos de “baratijas” para vender a México; bien reza un dicho, “en un buen desayuno, la gallina colabora y el cerdo se compromete”. China se ha visto fortalecida y avante en sus crisis, precisamente por su alto sentido de compromiso.

LA REALIDAD DEL MERCADO CHINO

Todo lo antes expuesto no debe causar preocupación, en lugar de eso, debemos pre-ocuparnos; debemos capacitarnos en esta relación y desarrollar estrategias que nos permitan además de competir, complementar nuestras economías; en otras palabras, buscar la oportunidad en cada situación que en apariencia sea adversa; pero hacer negocios con China es complejo; el comercio requiere inevitablemente de un intermediario, es muy difícil la operación directa, por ello “hay que saber bien con quién se va a contar”, además, ese país tiene una población superior a los mil 300 millones de habitantes, pero eso no significa que esa descomunal cifra sea en la misma proporción un potencial mercado consumidor, ávido de todo producto nuevo que llegue.

Veamos, China para empezar no tiene un mercado homogéneo; las oportunidades para hacer negocios como exportar productos, varían de acuerdo con la provincia, región y ciudad, China recordemos, es todo un continente y cada región que la conforma es diferente en su dialecto, sus gustos y hasta en el clima.

De acuerdo con un estudio reciente presentado por la Economist Intelligence Unit, precisamente sobre las oportunidades para hacer negocios en China, el mejor entorno para los negocios y las mejores oportunidades de mercado las ofrece hoy día Shenzhen, las mejores infraestructuras se encuentran en Guangzhou, capital de Cantón, el mejor mercado laboral es el de Beijing y el mejor medio ambiente, el de Haikou; por otro lado, las economías de tres provincias: Guangdong, Shandong y Jiangsu, son tan importantes que se encuentran entre las diez más grandes de todo el continente asiático.

Guandong o Cantón, el mayor centro exportador y la provincia más rica de China, tiene una población cercana a los 95 millones de habitantes y un PIB estimado en más de 400,000 millones de dólares, Shanghai y Beijing por su parte, cuentan con el mayor número de extranjeros que conforman su población, más de 100 mil, según datos del Buró de Trabajo de China y si bien ese país aún tiene zonas en pobreza extrema, cuenta con diez provincias cuyos ingresos per cápita superan los tres mil dólares, nivel que de acuerdo con los analistas, permite un buen nivel de consumo.

Ahora bien, en pleno 2009, los empresarios mexicanos se están enfrentando a escenarios económicos inciertos, por ello, además de comprender los fenómenos que estamos experimentando y sus causas, deben actuar proactivamente y buscar las oportunidades, como en el caso de negociar con China, que justamente y con un poco de visión podemos aprovechar.

EL PRODUCTO JUSTO EN EL MOMENTO JUSTO

La palabra china “weiji” que traducida al español corresponde a “crisis” también alude al significado de “oportunidad” y la oportunidad llega para quien la sabe ver rápidamente; con la llegada de la crisis, el peso se ha depreciado frente al dólar fuertemente, hasta cotizarse en más de 14 pesos por dólar; también el Gigante asiático ha resentido en su economía esta situación, al grado que ya han empezado a cerrar fábricas e incluso se ha especulado que ante el riesgo de una recesión económica, pueda depreciar el yuan, provocando una delicada situación comercial ante otros fuertes como Estados Unidos.

En tanto sucede o no esto, la inflación en China ya rebasó el 8 por ciento; el costo de los alimentos registró un alza del 18 por ciento en 2008; (cabe mencionar que los alimentos constituyen un tercio de la canasta de consumo de China).y no existen perspectivas de disminución de los mismos ya que todavía no han repercutido en los precios el rápido crecimiento de la oferta monetaria y el aumento en los precios de las materias primas; pero, ¿qué significa todo esto para México? En primer lugar, que varios productos agrícolas y de diversos sectores primarios están muy caros ahora en China y en esto, la depreciación del peso puede generar una perspectiva positiva, ya que nuestros productos están lógicamente, más baratos.

Los segmentos de consumo chinos estaban hasta hace poco perfectamente delimitados, por lo cual era necesario conocer cada uno para saber qué productos requiere y cuáles son sus necesidades específicas; de esto dependía la mayoría del éxito y lo sigue siendo, pero debemos agregar un elemento crucial, hablamos de que precisamente de lo caros que están varios de sus productos y esto, con un estudio de mercado y una verdadera y adecuada asesoría, implica desde luego una buena oportunidad de hacer negocios.

GRANDES OPORTUNIDADES PARA NUESTRAS PEQUEÑAS GRANDES EMPRESAS

Como hemos venido explicando, China ha favorecido a México con tasas preferenciales en diversos productos mineros como el cobre, el hierro y además han querido junto con empresas pequeñas y medianas mexicanas, participar en sectores tales como la pesca y cría especializada, desarrollo de productos médicos, así como el turismo y viajes; otras áreas donde podemos encontrar oportunidades para empresas mexicanas lo son en servicios como trading y outsourcing, productos farmacéuticos, agroquímicos, plásticos y resinas, alimentos y embalajes, hierbas y medicina alternativa, entre otros.

Tal como explicó Jimmy Li, Secretario General de Confederación de Asociaciones Chinas en México, la voluntad de China está presente, pero se requiere tanto una fuerte labor de promoción sobre áreas de negocios, como la visión de los empresarios, no importa su tamaño y como ejemplo nos citó el caso de los productores mexicanos de miel, que son de los muchos que sienten desconfianza hacia los productores chinos y por lo tanto, no han querido abrirse ni realizar operaciones, ya que sienten el temor de perder mercado, cuando en realidad, podrían crear alianzas con los chinos y complementarse, ya que si bien la miel mexicana es de alta calidad, hay muy poca oferta de productos y los chinos cuentan con la suficiente tecnología y métodos para fabricar jalea real y cera de abeja. Es sólo un dulce ejemplo y China a pesar de la crisis o una posible recesión, se convertirá en un abanico de distintos mercados, cada uno de con sus propias estructuras económicas, diferentes políticas, oportunidades de mercado y prioridades de inversión; pero hoy por hoy, la realidad nos incita a aprovechar las oportunidades que se presentan, no olvidemos que la visión y la oportunidad nos da la ventaja en la conquista de un mercado, especialmente, el chino.

(*) Consultor y Analista Económico