martes, 9 de febrero de 2010

Nuevas oportunidades para estudiar


Por José Eugenio Castañeda E.

De los más de cien mil estudiantes egresados del bachillerato que cada año aspiran entrar a la UNAM, sólo un 10 por ciento logra los puntos necesarios en el examen de admisión para poder continuar sus estudios.

Los que provienen de las preparatorias de la propia universidad se benefician del "pase automático", pero no siempre se trata de los mejores alumnos. Esto hace que miles de muchachos con un potencial brillante trunquen su desarrollo académico, pues de antemano saben que sus familias no pueden hacer frente a los costos que representan matricularse en una universidad particular de calidad.

En los países desarrollados, principalmente en Estados Unidos, más del 60 por ciento de los egresados de high school, que pertenecen a la gran clase media, cuentan con una gran variedad de opciones de financiamiento que les permiten solicitar su admisión prácticamente en cualquier institución privada de educación superior, si cumplen con los requisitos académicos, accediendo a un plan de pagos de largo plazo.

Los famosos student loans son, además, el vehículo a través del cual los jóvenes estadounidenses comienzan a construir un historial crediticio que a la larga, supondrá el que puedan obtener otro tipo de préstamos para adquirir después un auto o una vivienda. La cultura crediticia está tan desarrollada en ese país que quien no tiene acceso al crédito, es casi como un muerto en vida.

En México, por el contrario, a pesar de que la inversión pública en educación respecto del PIB es porcentualmente una de las más altas del mundo, únicamente un pequeño porcentaje de estudiantes tiene posibilidad de continuar y concluir una carrera universitaria, y mucho menos aún de acceder a un posgrado o especialidad.

De los once millones de mexicanos en edad de asistir a la universidad, únicamente dos y medio millones lo logran y de este número sólo un poco más del 20 por ciento concluye sus estudios. El alto número de desertores se debe principalmente a razones de orden económico.

Ante esta desalentadora perspectiva y a pesar de ser un nicho de mercado desatendido por décadas, no fue sino hasta hace poco más de dos años que surgió una iniciativa seria que ofreciera a los estudiantes una posibilidad de tener acceso a un plan de pagos seguro y accesible.

Se trata de Finae, una Sofom de la que ya hemos hablado en este espacio, cuyo acrónimo significa Financiera Educación. Su objetivo es llegar a esos estudiantes y padres de familia, sobre todo de los sectores económicos menos favorecidos, pero cuyo potencial se desaprovecha por falta de dinero para pagar las colegiaturas.

A través del esfuerzo de varios inversionistas mexicanos, conscientes de esta necesidad y comprometidos con el futuro del país, Finae tiene planeado colocar este año más de mil quinientos créditos para que igual número de jóvenes puedan hacer su carrera en alguna de las reconocidas universidades que ya han celebrado un convenio de alianza estratégica con la financiera.

Lo anterior será posible gracias a una importante inyección de capital de dos fondos de inversión europeos, Oasis y Alpha Mundi, que facilitará la colocación. Si bien la meta suena corta en relación con los miles de muchachos que no continúan sus estudios, el esfuerzo de Finae es un inicio que proyecta tener un crecimiento exponencial en los próximos años.

La semana pasada, los directivos de Finae, encabezados por su director general, Francisco Vizcaya, un experimentado y reconocido exbanquero, anunciaron el lanzamiento al mercado de un nuevo producto denominado ENNTI, que apunta a ser el plan de pagos estudiantil más accesible y sencillo hasta ahora conocido.

Es de augurarle mucho éxito a este novedoso modelo de negocio que tiene la singularidad de tener además un importante componente de ayuda social.

Sería deseable que surgieran otros modelos empresariales, que sin dejar de tener el incentivo de una legítima ganancia para sus inversionistas, sumen a su proyecto un contenido de apoyo para las clases más necesitadas.

Por lo pronto no queda más que felicitar a Finae y desearle lo mejor, pues en la medida en que su operación prospere, serán más los mexicanos que alcancen el sueño de acceder a una carrera universitaria y eso, sin duda, será en beneficio de México.

ecastaneda@notaria211.com.mx

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