Por Gerardo Flores
Durante 2009, México será el campeón en varios renglones de la actividad económica que ya se desdibujaron o descompusieron. Uno de esos rubros es la inversión, que está creciendo en países como Brasil, Chile, Colombia y Perú, entre otros, sobre todo en sectores como la salud, la energía alternativa, la educación y centros de entretenimiento, principalmente casinos.
De todas estas naciones, México será la que peor entrada de capitales tendrá, pues estamos lejos de poner en marcha programas de energía alternativa y ecológica, como la eólica o la solar y tampoco tenemos capacidad para producir combustible como el etanol. No tenemos nada de avance en adquisición de equipo para aprovechar la biomasa o proyectos hidroeléctricos pequeños y de viento, o de perdida invertir más en energía solar, particularmente en instalaciones para fabricar módulos y celdillas. India, por ejemplo, está invirtiendo un 12 por ciento más en energía sustentable desde 2007 y pronto será el líder global en generación de energía solar.
Es más, ni siquiera figuramos como alguna de las naciones que pueden presumir mejoría en la Encuesta de Eficiencia Energética (EEI) o el reporte de Global Trends.
En educación estamos mal también, pues naciones con un crecimiento similar al nuestro ya están planeando edificar la primera universidad global, cuya característica principal es tener una institución con estructura de estándares globales y que atrae estudiantes de todo el mundo. Aunque no tenemos nada parecido, excepto el orgullo de la gloriosa UNAM, aquí todavía estamos peleando plazas para maestros que con sólo contestar bien 30 preguntas de un examen de 120, ya son calificados para el puesto. Ya hemos dicho en este espacio que la mayor parte de las inversiones productivas de los próximos 10 años se estarán definiendo en este y el próximo año.
La conseja
Cosas vederes Mío Cid…que las piedras hablarán La moraleja. Hay que darle el beneficio de la duda al programa que lanzó el gobierno federal para reducir la tramitología al querer abrir un negocio en México y al que se adhirieron 10 entidades federativas. Retahíla Siempre que hay daños centrales y colaterales en una economía se culpa a los responsables y al jefe del timón, y es que no hay que escudriñar mucho para afirmar que en materia de finanzas públicas el secretario Agustín Carstens no ha hecho bien su tarea.
Cómo calificar a un secretario de Educación, cuyos estudiantes de primaria no sólo han retrocedido en aptitudes académicas a escala mundial, sino que en pruebas de matemáticas básicas no avanzan ni a la mitad de la tabla de competitividad. Cómo calificar a un secretario de Trabajo y Previsión Social, cuya tasa de desempleo se ha elevado por encima del 5.3%, respecto de la Población Económicamente Activa.
Cómo calificar a un secretario de Economía a quien se le han descompuesto las cifras de la inversión y de cierre de negocios, y a quien cualquiera de sus subsecretarias rebasan en talento no únicamente en lo interno, sino ante cualquier panel de controversias comerciales. Cómo creerle a un presidente que el 8 de octubre de 2009 anunció 5 medidas para enfrentar la crisis y sólo uno se ha cumplido. Felipe Calderón propuso: ampliar el gasto público en materia de infraestructura; cambiar las reglas para agilizar ese gasto; construir una refinería; lanzar un programa extraordinario de apoyo a pequeñas y medianas empresas (Pymes) y aplicar un programa de desregulación y desgravación arancelaria. A 10 meses de ese plan anticrisis, el gasto no fluyó sino que ya se recortó en 85 mil millones de pesos; las reglas para agilizarlo no se aplicaron y por contra un subejercicio en 2008 y en este año todo parece indicar que es la misma tonada.
A casi un año de ese anuncio lo de la refinería está en el aire, en medio de un clima politizado y frente a una indefinición y en materia de desregulación y desgravación arancelaria no hay mucho avance, incluso tenemos más problemas con los chinos y otros países por la aplicación de cuotas compensatorias a cientos de productos y que no es una de las mejores formas de demostrar comercio libre.
Lo único que ha funcionado es el programa de apoyo a pequeñas y medianas empresas. Para muestra un botón: Nacional Financiera, en conjunto con la banca comercial, garantizó en un 90 por ciento la canalización de nueve mil 448 millones de pesos en beneficio de 20 mil 953 Pymes que resultaron afectadas por la contingencia sanitaria.
Al programa se le habían autorizado 5 mil millones de pesos; el monto se fue a 7 mil 500 millones por el éxito del mismo en sólo 9 semanas y al final se autorizaron 9.4 mil millones Las Pymes del Distrito Federal obtuvieron el 21 por ciento de los recursos autorizados; seguido del Estado de México (11%); Jalisco (10%); Nuevo León (6%) y Guanajuato y Veracruz (4% cada uno). Hubo un total de cuatro mil 695 reestructuras, de las cuales 22 por ciento correspondieron a Pymes de la capital del país; 16 por ciento a empresas mexiquenses y 9 por ciento a negocios de Jalisco. Al cierre.
En 1992, en una entrevista que le hice, Carlos Salinas de Gortari respondió tajante que el juicio popular era el principal temor que le acosaba como presidente de la República. La historia se lo hizo realidad, pero a 17 años de esa declaración, Salinas está de vuelta en las esferas del poder público, principalmente se mueve en Nuevo León y en el estado de México, donde varios de sus leales ya están colocados. Será inevitable el encontronazo entre dos personajes ávidos de poder y control: el propio Salinas y Andrés Manuel López Obrador.
Editor del Financiero en Linea
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