La Pyme paso a paso: El Plan de Negocios I

• De la idea a la realidad


• La mentalidad necesaria para emprender


• Pasos para empezar a redactar un plan de negocios


• Por Mario Barron Pérez-Moreno *

El Financiero en línea

A partir de esta semana, “Estrategia Pymes” será verdaderamente estratégico, nuestros usuarios podrán hallar en este sitio la información y orientación necesarias sobre cómo crear una empresa de la A a la Z; desde llevar una idea a la pluma y al papel, hasta ser capaces de diseñar un plan de negocios, tendrán nociones de cómo constituir legalmente una empresa hasta cómo obtener financiamiento o un crédito; conocer más de soluciones tecnológicas y a través de casos reales de éxito o fracaso, obtener una educación laboral y corporativa que les ayude a desarrollar su propia empresa.

Estaremos atentos a toda consulta, duda y comentario de ustedes estimados lectores, ya que nuestra intención es crear una plataforma interactiva para nuestras empresas y sobre todo para nuestros emprendedores; agradecemos enormemente la aceptación que hemos tenido, comprometiéndonos a proporcionarles sólo información experta y de calidad; empezaremos con la manera en que se establece una empresa, paso a paso, sobre todo en épocas como la presente, donde el ser emprendedor de un negocio propio, puede ser una solución más que una opción.

En ese caso, sin mayor preámbulo, ¡aprendamos a emprender!

EL PERFIL DE UN EMPRENDEDOR

Muchos sueñan con tener su propia empresa, el ser un jefe; otros ven esta opción como algo necesario al perder su empleo por diversas circunstancias, en fin, razones son muchas para tomar la decisión de emprender, pero todos los empresarios o dueños de un negocio próspero como el ingeniero Ramiro Tapia, Director General de DCM Distribuidora, concuerdan en que para lograr crear y posicionar una empresa, se requiere de muchas ganas y de una idea clara de qué se quiere hacer; “el emprendedor debe ser trabajador, muy metódico, quizá hasta aferrado y bien preparado”; de lo contrario, será difícil que se pueda llegar a ser uno del “clan”, porque al principio, no se tiene gente, es uno mismo y su idea, su visión, pero si se trabaja duro por algo, esto se dará tarde o temprano; siempre habrá errores, pero se irán corrigiendo, porque todo es parte de un proceso.

Y este es el proceso de emprender, atreverse a hacer algo nuevo, propio y lo más importante, crear valor, empleo para uno y para otras personas, las responsabilidades cambiarán radicalmente y por ello es necesario adoptar una mentalidad de empresario, o sea, aprender a ser un buen director de orquesta. Como hemos visto y seguiremos viendo, un verdadero empresario, un verdadero jefe, gerente, director, dueño de un establecimiento o lo que sea el caso, es aquélla o aquél que sabe dirigir y valorar lo más importante de su negocio: su personal.

No obstante, durante todo este proceso, sobre todo al inicio de nuestro proyecto, hay que tener mucho cuidado, no es nada conveniente aferrarse de lo que no es factible; para detectar esa situación, debemos hacer pausas, tener un espacio de reflexión y ser lo suficientemente ordenados para poder salirnos del entorno y ver dicho proceso desde afuera y analizar lo que pasa, de esta manera, se evita la ceguera de taller, (que consiste en habituarse a los vicios del negocio, a las fallas internas al grado que no se detectan, por eso mismo existen verdaderos consultores que con ideas frescas, pueden resolver este problema), porque si no se aprende del propio negocio, éste puede "tronar"…el autoanálisis es vital, de tal suerte, que podremos darnos cuenta que nuestro plan de negocios es amplio y se aprende de el continuamente, vamos, se trata de adoptar la forma de pensar de un atleta, cualquiera que fuese su disciplina, la cuestión es ser constantes y saber decidir.

NO HAY LUGAR PARA LA DUDA

Ni para el desánimo; más bien debemos comprobar por qué no se están dando las cosas en los momentos más difíciles; de hecho es en ese punto donde más se apre-hende; al ir resolviendo problemas y encontrando soluciones, vamos desarrollando una estrategia que nos marcará el camino a seguir; en tiempos como éstos, la crisis representa en muchos casos una verdadera oportunidad, la cuestión es tener la suficiente sagacidad de verla; todo esto es cultura emprendedora y se trata de crear una pyme; por eso cada vez es más claro que en la universidad no basta un semestre para aprender esta cultura, porque debería ser impartida toda la carrera y en todas las carreras.

No olvidemos, entre mejor se esté preparado bien a nivel educativo (sobre todo en una carrera sobre la cual podamos basar el tipo de negocio que emprenderemos) o sobre el giro que vamos a desarrollar mediante información y experiencia, más armas tendremos de pisar el terreno para abrir un negocio con mayores posibilidades de éxito. Esto nos dará la seguridad y confianza en nosotros mismos, ingredientes esenciales para crear una empresa; siempre hay un riesgo, pero será mínimo si contemplamos todos estos factores.

Recordemos a la emprendedora doña Orlanda Arana, directora de una pequeña productora de calzado masculino, quien nos dijo que "la cuestión es tener carácter, corazón, paciencia y fe en realizar este tipo de proyectos, así como unas ganas fuertes de aprender y capacitarse continuamente (existen ahora apoyos del gobierno e instituciones en este ramo), ya que es un camino arduo”; en su caso, varias de sus agremiadas se desanimaron y desistieron de seguir trabajando en su fábrica, pero hoy puede decir que tiene ventajas competitivas en cuanto a cortes de piel que mejoran la calidad de su producto y “que fortalecen a su empresa para enfrentar a cualquier Goliat", metáfora muy alentadora quizá, si pensamos en las pequeñas empresas como nuestras fuertes David.

Se debe asumir una actitud emprendedora en todo momento de la vida de la empresa, debemos considerar siempre los riesgos en cada etapa, pero también tener confianza en la propia organización, conocer sus debilidades y basarnos en sus fuerzas.

Ver artículos:
http://www.elfinanciero.com.mx/ElFinanciero/Portal/cfpages/print.cfm?docId=141395 y
http://www.elfinanciero.com.mx/ElFinanciero/Portal/cfpages/contentmgr.cfm?docId=164563&docTipo=1&orderby=docid&sortby=ASC

DE LA IDEA AL PAPEL

Toda empresa nace de una idea; no importa la edad, no importa si se es hombre o mujer, para poder crear una empresa, el botón de arranque consiste en tener la idea exacta de cuál va a ser el giro del negocio que vamos a desarrollar, es decir, preguntarnos ¿qué vamos a hacer? Poner una tienda de abarrotes, una ferretería, un pequeño o gran restaurante, quizá una comercializadora, una pequeña fábrica o una firma consultora, el abanico es amplio, dependiendo de muchos factores a determinar y detectar, como la zona para establecernos, nuestra preparación como ya mencionamos y el producto o servicio a prestar; para ello nos será de mucha ayuda obtener toda la información que podamos sobre el negocio que nos interesa hacer.

Así empezaremos a trazar el plan para nuestra empresa, pero no se puede tener toda la información en la mente; tenerla por escrito facilitará recordar la planeación del negocio y si nos comprometemos con nosotros mismos a escribir un plan de negocios, estaremos obligados a concentrarnos íntegramente en cada paso a seguir en el proyecto, así como considerar todos los resultados posibles y enfrentar todo tipo de situaciones, incluso las menos positivas.

Teniendo por escrito la idea, desarrollada en puntos, se dará origen al plan de negocios, ya como un proyecto en forma y esto nos permitirá a su vez, tener una mayor conciencia, no únicamente sobre el negocio, sino sobre el desempeño de uno mismo como empresario, porque habrá más formalidad, como un camino a seguir bien pensado y organizado, lo cual también nos evitará en gran manera, algún tipo de conflicto con los socios; como bien dice el dicho: “papelito habla”.

¿PERO EXACTAMENTE, QUÉ ES UN PLAN DE NEGOCIOS?

Bueno, un plan de negocios es un documento que con claridad, hace concreta a nuestra empresa, establece sus objetivos y por otra parte, aporta la semblanza de la compañía o mejor dicho, sirve como una especie de currículum vitae. Se compone básicamente de un estado corriente de cuentas, una declaración de sus ingresos y un análisis del flujo de efectivo. El plan de negocios nos ayuda a asignar los recursos adecuadamente, manejar imprevistos como ya explicamos y nos auxilia en tomar buenas decisiones para el negocio; un buen plan de negocios puede incluso ser decisivo a la hora de obtener un préstamo de cualquier tipo, bien sea por parte de un banco o de otro tipo de instituciones de crédito o incluso de posibles nuevos inversionistas en un futuro, porque proporciona información organizada y especifica de nuestro negocio, de su viabilidad y así será menos complicado determinar cómo pagaremos el dinero que nos han prestado por ejemplo.

También informa al personal y a proveedores entre otros, sobre nuestras operaciones y metas; como podemos ver, el plan de negocios evoluciona conforme avanza nuestra empresa, no es cosa de escribirlo y listo; este papel deberá convertirse en una herramienta que nos servirá para dirigir nuestra empresa cada día. El Plan además, “debe revisarse y modificarse conforme pasa el tiempo, prácticamente cada año”, como bien afirma Ramiro Tapia. Por eso, dicho plan deberá contener una proyección a futuro de por lo menos, cinco años, en los cuales, deberemos actualizar nuestros planes y objetivos, de tal suerte que mantengamos siempre una estrategia orientada a corto y a largo plazo.

Una vez comprendidos estos aspectos, estaremos listos para redactar nuestro Plan de Negocios; no obstante, primero tomemos en cuenta las siguientes importantes preguntas:

1. ¿Qué producto o servicio voy a proveer en mi negocio y qué necesidades voy a satisfacer?


2. ¿Quiénes son los clientes potenciales para mi producto o servicio y por qué me lo comprarían a mí?


3. ¿Cómo llegaré a mis clientes potenciales?


4. ¿Dónde obtendré el capital para comenzar mi negocio?

Continuará…

Ideas clave:

1. Saber el camino a seguir a partir de la idea


2. Tener una actitud positiva y constructiva


3. Capacidad de Tomar Decisiones


4. Adoptar una cultura emprendedora


5. Aceptar riesgos


6. No dudar


7. Darnos tiempos de reflexión, pausas


8. Considerar los recursos con que contamos o podremos contar.

En el siguiente artículo: seguiremos con los elementos y la estructura del plan de negocios.

e-mail para mayor información, dudas y sugerencias: pyme@elfinanciero.com.mx

* Consultor y analista económico