
Por Mario Correa Martinez*
Los pronósticos macroeconómicos para el 2010 del mercado, de Hacienda y de Banco de México califican mejor como buenos propósitos para el año nuevo que como augurios infalibles.
Si algo sabemos a ciencia cierta los economistas con algo de experiencia es que nuestros pronósticos, en su mayor parte, no se cumplirán. En descargo de nuestra evidente incapacidad para anticipar el porvenir, me permito traer a este espacio lo que decía Peter Druker, eminente gurú de la administración: "tratar de predecir el futuro es como intentar conducir de noche en un camino de terracería con las luces apagadas y mirando por la ventanilla trasera".
Los pronósticos macroeconómicos para el 2010 del mercado, de Hacienda y de Banco de México califican mejor como buenos propósitos para el año nuevo que como augurios infalibles.
Si algo sabemos a ciencia cierta los economistas con algo de experiencia es que nuestros pronósticos, en su mayor parte, no se cumplirán. En descargo de nuestra evidente incapacidad para anticipar el porvenir, me permito traer a este espacio lo que decía Peter Druker, eminente gurú de la administración: "tratar de predecir el futuro es como intentar conducir de noche en un camino de terracería con las luces apagadas y mirando por la ventanilla trasera".
Si tomamos en cuenta que la economía es el conjunto de innumerables decisiones de innumerables actores que no siempre se comportan como uno pudiera esperar, queda claro que es harto complicado hacer pronósticos.
Es una chamba difícil, pero alguien tiene que hacerla.
¿Qué nos depara el 2010 para las variables económicas? Bueno, el consenso actual anticipa que habrá una reactivación del crecimiento, esperándose un incremento de entre 3% y 3.5% en la producción de México. Este repunte responderá, principalmente, a la recuperación de la actividad industrial en EUA, que hasta el momento ha mostrado sólidas señales de mejoría.
La inflación será uno de los retos importantes del año, sobre todo en sus inicios. Los resultados del mes de enero serán cruciales para evaluar el impacto que efectivamente producirá las medidas fiscales adoptadas, y para ver si el proceso de formación de precios se está contaminando y si las expectativas de mediano y largo plazo están aumentando.
¿Qué nos depara el 2010 para las variables económicas? Bueno, el consenso actual anticipa que habrá una reactivación del crecimiento, esperándose un incremento de entre 3% y 3.5% en la producción de México. Este repunte responderá, principalmente, a la recuperación de la actividad industrial en EUA, que hasta el momento ha mostrado sólidas señales de mejoría.
La inflación será uno de los retos importantes del año, sobre todo en sus inicios. Los resultados del mes de enero serán cruciales para evaluar el impacto que efectivamente producirá las medidas fiscales adoptadas, y para ver si el proceso de formación de precios se está contaminando y si las expectativas de mediano y largo plazo están aumentando.
Todo parece indicar que la inflación de enero será significativamente más alta de lo que espera el mercado (0.78% en la última encuesta del año de Banco de México). Aunque el pronóstico oficial de Banxico (entre 4.75% y 5.25%) parece más realista que en otros años, puede quedar simplemente como un "buen propósito" a menos que se adopte una postura monetaria más decidida.
El tipo de cambio, que de por sí es la variable más difícil de predecir, podría ser muy diferente a lo previsto. El promedio del mercado anticipa un tipo de cambio ligeramente inferior a los 13 pesos por dólar a lo largo del 2010.
El tipo de cambio, que de por sí es la variable más difícil de predecir, podría ser muy diferente a lo previsto. El promedio del mercado anticipa un tipo de cambio ligeramente inferior a los 13 pesos por dólar a lo largo del 2010.
Sin embargo, el desempeño del tipo de cambio dependerá del tono que mantengan los mercados globales: mientras se mantenga el optimismo, habrá flujos hacia mercados emergentes y el peso podría seguir fuerte; pero si los mercados globales se tornan nerviosos, entonces el tipo de cambio podría depreciarse hasta niveles por arriba de los 14 pesos por dólar con relativa facilidad.
Las tasas de interés muy posiblemente aumentarán durante el año, tanto por el repunte previsto en la inflación como por la presión natural que el mayor déficit fiscal ejercerá sobre los mercados financieros. Los cambios en el entorno global también afectarán el desempeño de las tasas de interés, generando presión en la medida en que los inversionistas se pongan más nerviosos.
Las tasas de interés muy posiblemente aumentarán durante el año, tanto por el repunte previsto en la inflación como por la presión natural que el mayor déficit fiscal ejercerá sobre los mercados financieros. Los cambios en el entorno global también afectarán el desempeño de las tasas de interés, generando presión en la medida en que los inversionistas se pongan más nerviosos.
Especialmente importante para las tasas será la política monetaria, que se debatirá entre las "buenas" intenciones del nuevo gobernador para mantener las tasas bajas y la "testaruda" realidad inflacionaria.
Los retos para 2010
Ahora bien, en el 2010 tendrán que enfrentarse retos muy serios, tanto en el ámbito internacional como en el doméstico. En el entorno global, las autoridades económicas de los países más desarrollados tendrán que lidiar con el desorbitado déficit fiscal en varios países, destacando EUA, que amenaza con frenar el ritmo de actividad económica.
Ahora bien, en el 2010 tendrán que enfrentarse retos muy serios, tanto en el ámbito internacional como en el doméstico. En el entorno global, las autoridades económicas de los países más desarrollados tendrán que lidiar con el desorbitado déficit fiscal en varios países, destacando EUA, que amenaza con frenar el ritmo de actividad económica.
Al mismo tiempo, los bancos centrales deberán comenzar a retirar el fuerte estímulo monetario aplicado desde el 2008. Para explicarlo de forma diferente, los Doctores (en economía) tendrán que comenzar a retirar la "anestesia" (estímulo fiscal y monetario) para ver cómo reacciona el paciente (la economía).
En el ámbito interno, el reto coyuntural será evitar un repunte inflacionario, pero el reto más relevante es estructural: hay que hacer cambios en la economía para que funcione mejor y se alcancen mayores niveles de crecimiento y desarrollo.
En el ámbito interno, el reto coyuntural será evitar un repunte inflacionario, pero el reto más relevante es estructural: hay que hacer cambios en la economía para que funcione mejor y se alcancen mayores niveles de crecimiento y desarrollo.
Esto implica hacer las muchas veces llevadas y traídas reformas estructurales.
El reto será conseguir que las principales fuerzas políticas del país se pongan de acuerdo en estos temas hipersensibles para la opinión pública, sobre todo en un año cargado en lo electoral en el que parece difícil (por no decir imposible) implementar medidas que puedan parecer impopulares.
El problema es que mientras no logremos realizar estas reformas, nuestra economía seguirá condenada a una mediocridad que impide el desarrollo genuino del bienestar social.
Para terminar, en lo profesional, el reto del 2010 será tratar de ser más optimista sin caer en la ingenuidad, esperando que la realidad se comporte a la altura de nuestros buenos propósitos y no insista, como siempre, en ser más cruda de lo deseable. Deseo sinceramente que el 2010 resulte mucho mejor de lo que hoy se pronostica.
Para terminar, en lo profesional, el reto del 2010 será tratar de ser más optimista sin caer en la ingenuidad, esperando que la realidad se comporte a la altura de nuestros buenos propósitos y no insista, como siempre, en ser más cruda de lo deseable. Deseo sinceramente que el 2010 resulte mucho mejor de lo que hoy se pronostica.
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