martes, 2 de marzo de 2010

¿Los TLCs están bien o el problema es el tipo de cambio?


Por Alejandro Gómez Tamez (*)

Mucho se ha dicho acerca de la pertinencia de que México firme nuevos tratados comerciales con otras naciones.
En la actualidad hay un debate acalorado por la intención gubernamental de firmar un acuerdo comercial con Brasil, ya que se considera que dicho acuerdo dañará a amplios sectores productivos nacionales, tales como la industria del calzado.

En este editorial analizaremos el saldo de la balanza comercial mexicana por país, haciendo una distinción entre lo que sucede con los países con los que tenemos tratado de libre comercio y lo que sucede con los que no tenemos acuerdo comercial.

También analizaremos el papel que juega el tipo de cambio para el desempeño comercial nacional, y veremos que sin un tipo de cambio competitivo no importan tanto los términos del acuerdo comercial, ya que estaremos condenados a padecer déficits crónicos en la balanza comercial (como ha sucedido en los últimos 12 años.

México cuenta actualmente con doce tratados de libre comercio firmados con 43 países. Esto nos ubica en el segundo lugar a nivel mundial en cuanto a este tipo de acuerdos comerciales.

De acuerdo con SMEToolkit.org, este hecho representa una oportunidad única para el comercio exterior y para la inversión, ya que abre una puerta de acceso a un mercado potencial de más de mil millones de consumidores, que representa dos terceras partes de las importaciones mundiales y 75 por ciento del PIB mundial.

Concretamente, México ha firmado los siguientes tratados y acuerdos: 1. Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), con Estados Unidos y Canadá (1994); 2. Tratado de Libre Comercio del G3, entre México, Venezuela y Colombia (1995); 3. Tratado de Libre Comercio con Costa Rica (1995); 4. Tratado de Libre Comercio con Bolivia (1995); 5. Tratado de Libre Comercio con Nicaragua (1998); 6. Tratado de Libre Comercio con Chile (1999); 7. Tratado de Libre Comercio con la Unión Europea (TLCUEM) (2000); 8. Tratado de Libre Comercio con Israel (2000); 9. Tratado de Libre Comercio con la Asociación Europea de Libre Comercio (Noruega, Islandia, Suiza y Liechtenstein) (2001); 10. Tratado de Libre Comercio con el Triángulo del Norte (El Salvador, Guatemala y Honduras) (2001); 11. Tratado de Libre Comercio con Uruguay (2004); y 12. Acuerdo para el Fortalecimiento de la Asociación Económica entre México y Japón (2005).

Las deficitarias cifras de la balanza comercial mexicana nos hacen pensar que la mayoría de los tratados de libre comercio firmados por México no han servido y que inclusive nos han perjudicado en materia de empleos y producción. Y es que si analizamos las cifras de comercio exterior encontramos que importamos más de lo que exportamos con la inmensa mayoría de los países con los que tenemos tratados comerciales.

Para demostrar lo anterior, a continuación se presenta la lista de países y/o bloques comerciales con los que tenemos tratado de libre comercio y con los que tuvimos un déficit en la balanza comercial durante el periodo 2008-2009:

Canadá -1,333.8 millones de dólares (mdd)

Costa Rica -127.6 mdd

Chile -1,602.9 mdd

Unión Europea -37,593.8 mdd

Israel -631.8 mdd

Asociación Europea de Libre Comercio -1,993.2 mdd

Uruguay -318.0 mdd

Japón -24,026.4 mdd

Así, la suma de los déficits en la balanza comercial con estos países y/o bloques suma para el periodo 2008 a 2009 un total de 67 mil 627.5 mdd.

Por su parte, tuvimos superávits con los siguientes países y/o bloques comerciales con los que tenemos tratado de libre comercio:

Estados Unidos +154,698.4 mdd

Colombia +3,481.9 mdd

Bolivia +64.5 mdd

Nicaragua +367.9 mdd

Triangulo del Norte +3,103.8 mdd

Así, la suma de los superávits en la balanza comercial con los países y/o bloques comerciales con los que tenemos tratado de libre comercio suma 161 mil 716.5 mdd.

Con la información presentada hasta ahora vemos que el balance de la totalidad de nuestros acuerdos comerciales es superavitario en $94 mil 89 mdd para los años de 2008 a 2009. Por lo tanto a simple vista podríamos concluir que los tratados comerciales son benéficos para el país.

Sin embargo, esta conclusión puede ser errónea, ya que dicho superávit global evidentemente se debe a nuestro abultado superávit con los Estados Unidos, de manera que si excluimos a este país de nuestro análisis el resultado sería que los tratados comerciales que México tiene firmados registran un déficit acumulado para el periodo 2008 a 2009 de 60 mil 609.4 mdd.

De cualquier manera, un dato que debemos tener en mente es que México también padece grandes déficits con otros países con los que no tenemos tratado de libre comercio, como es el caso de las siguientes naciones (durante el periodo 2008 a 2009):

Brasil -2,865.0 mdd

China -62,959.2 mdd

Corea del Sur -23,435.9 mdd

Indonesia -1,669.3 mdd

Malasia -8,443.3 mdd

Federación Rusa -1,134.8 mdd

Singapur -2,261.1 mdd

Tailandia -3,961.1 mdd

Taiwan -10,766.7 mdd

Vietnam -1,056.9 mdd

Así, tan solo con estas diez naciones tuvimos un déficit en la balanza comercial en el periodo de 2008 a 2009 de -118 mil 553.3 mdd.

Esto resulta interesante, ya que no obstante que no tenemos tratado comercial con ninguna de estas naciones, de alguna manera estamos “inundados” de sus productos; y por lo tanto es más que válido cuestionar la pertinencia de firmar acuerdos comerciales con ellos (a menos de que tuviéramos la certeza de que la firma de dicho acuerdo revertiría la tendencia deficitaria de nuestro comercio).

Los déficits con estas naciones, aunado a los datos presentados líneas arriba, nos ilustran que con la inmensa mayoría de las grandes economías mundiales tenemos déficit en la balanza comercial, independientemente de si hay o no tratado de libre comercio. Y se debe reconocer que el país que nos salva de que nuestra balanza comercial no sea desastrosamente negativa es Estados Unidos.

Es importante mencionar que México, recurrentemente desde finales de la década de los ochentas, ha mantenido déficits en la balanza comercial.

La crisis de 1995, con su monumental devaluación, hizo que dichos déficits se revirtieran y lográramos superávits en 1995, 1996 y 1997; pero esto fue algo efímero, ya que las políticas seguidas por el Banco de México provocaron una eventual sobrevaluación del peso y la consecuente pérdida de competitividad de la economía nacional.

Así que de manera consolidada, la última vez que México registró un superávit en su balanza comercial fue en 1997, año en el que éste ascendió a apenas $623.4 mdd. A partir de dicho año ininterrumpidamente nuestro país ha tenido déficits en la balanza comercial, y en 2008 éste ascendió a 17 mil 260.7 mdd. En el periodo 1998 a 2009 acumulamos déficits comerciales con el exterior por 99 mil 355 mdd.

Ante todas estas cifras, vemos que el problema aparentemente no está tanto en los tratados de libre comercio que firmamos, lo cual no exime que muchos de ellos sean revisados ya que parecen beneficiar más a nuestros socios comerciales que a nosotros, sino en otros factores.

Los elementos que inciden negativamente en la balanza comercial son: 1. la actitud de algunos empresarios nacionales de conformismo a exportar preponderantemente a los Estados Unidos; 2. el contrabando; y 3. los problemas de la escasa competitividad del tipo de cambio.

En múltiples ocasiones hemos señalado el daño que históricamente le ha causado al país que el Banco de México haya seguido una política de controlar la inflación mediante el anclaje del tipo de cambio. Durante mucho tiempo se pensó que si el tipo de cambio se mantenía estable (o inclusive bajaba), los precios de los insumos y productos importados serían relativamente más bajos y eso ayudaría a que la inflación se mantuviera a raya.

Al paso de los años hemos visto que esa política falló, ya que si bien controlamos la inflación, esto se dio a costa de dejar de producir muchos artículos a nivel nacional, así como de la baja creación de empleos.

Sin un afán de evocar las políticas de los mercantilistas del siglo XVII, es una realidad que cada dólar de importaciones de México contribuye a crear empleos en el extranjero que se dejan de crear en territorio nacional.

El aspecto del tipo de cambio es muy relevante para explicar el mediocre desempeño del sector exportador mexicano.

Es cierto que somos “una potencia exportadora”, pero también es verdad que nosotros importamos para poder exportar. Así pues, de acuerdo a estimaciones realizadas por el Grupo Asesores en Economía y Administración Pública (GAEAP), prácticamente todos los meses entre marzo de 1999 y septiembre de 2008 el peso estuvo sobrevaluado con respecto al dólar; y el porcentaje de dicha sobrevaluación fue de 10.78 por ciento.

En la actualidad el peso mexicano presenta un porcentaje de sobrevaluación respecto al dólar de aproximadamente dos por ciento, lo que significa que un dólar debería costar 13.10 pesos.

Así, a manera de conclusión debemos señalar que México debe reconsiderar firmar tratados de libre comercio con naciones con las que ya tenemos un déficit comercial importante (como el caso brasileño), a menos de que hubiese la seguridad de que con el tratado el déficit se revertiría.

Es preferible comenzar implementando políticas económicas adecuadas que nos den competitividad en materia de tipo de cambio, fiscal, laboral, energética, entre otras, antes de lanzar a las empresas a competir cuando las circunstancias de cada nación no son similares. No se nos olvide que la prioridad debe ser fomentar el empleo y la producción nacional.

(*) Director general GAEAP

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