Por Alejandro Gómez Tamez (*)
En este editorial me centraré en los aspectos positivos que deben destacarse acerca de la evolución económica a nivel nacional.
Y es que sin duda, México comienza a salir de su situación recesiva, de tal manera que los especialistas sobre economía y finanzas que mes con mes son encuestados por parte del Banco de México estiman que en el tercer trimestre de este año la economía nacional solamente se contraerá 6.8 por ciento, mientras que en el cuarto trimestre del año la caída será de apenas 3.7 por ciento.
Estas cifras pudieran parecer muy negativas, pero no lo son cuando se considera que en el segundo trimestre del año la economía nacional se contrajo 10.3 por ciento. Así, resulta evidente que el ritmo de disminución se está moderando, de tal manera que inclusive se prevé que en el año 2010 la economía mexicana crezca 2.8 por ciento.
Por su parte, la semana pasada el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) informó que durante el mes de julio el Indicador Coincidente de la economía nacional registró un crecimiento de 1.0% con relación al mes inmediato anterior. Este comportamiento se debió al desempeño favorable, en términos mensuales del Indicador de la Actividad Industrial, del Indicador de la Actividad Económica Mensual y del Índice de Ventas Netas al por menor en los Establecimientos Comerciales.
De esta manera, se ligan dos meses consecutivos en los que este indicador mejora. Además, el INEGI también nos informó que en julio de este año el Indicador Adelantado, cuya función es la de anticipar la posible trayectoria de la Economía Mexicana, observó un incremento mensual de 0.2%, como consecuencia de la evolución positiva del Índice de la Bolsa Mexicana de Valores, del Índice de Horas Trabajadas en el Sector Manufacturero, del Índice de Volumen Físico de la Producción de la Construcción y de la Tasa de Interés Interbancaria de Equilibrio.
Así, este indicador también liga dos meses consecutivos en los que registra incremento. Por su parte, y concretamente en relación a la actividad manufacturera a nivel nacional, tenemos que esta actividad ha registrado crecimientos positivos durante los últimos tres meses (cuando se compara con el mes inmediato anterior).
Concretamente, tenemos que durante junio creció 1.56%, en julio 3.18%, y en septiembre 0.81%. Es verdad que si se comparan estos datos con los de hace un año estamos por debajo, pero es alentador que en relación a los meses inmediatos anteriores vaya habiendo avances. Otro dato que es indicativo de que estamos en el sendero de la recuperación es que el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) cayó solamente 6.87 por ciento anualizado durante julio de este año.
De nueva cuenta esta tasa pudiera parecer muy negativa para muchos, pero no lo es tanto cuando se considera que en el mes de abril de este año este indicador caía a un ritmo de 12.2 por ciento anualizado. Así pues, hay muchos indicadores que nos señalan que la economía se está comenzando a recuperar porque está aminorando su ritmo de retroceso.
De igual manera, hay señales positivas que indican que Estados Unidos ya salió de la recesión y para soportar esto podemos mencionar que los analistas que son encuestados por el Banxico también están previendo que la actividad económica en Estados Unidos muestre un incremento de 2.1 por ciento en el año 2010; la cual si bien es una tasa moderada de crecimiento, se compara favorablemente con la caída de 2.26 por ciento esperada para este año.
Es alentador que la recuperación económica de México está en puerta; sin embargo, debemos estar listos para aprovecharla y que ésta sea duradera. En este sentido hay aspectos que preocupan a los analistas como por ejemplo: 1) La debilidad de los mercados externos y de la economía mundial, 2) la falta de avances en la instrumentación de las medidas pendientes de cambio estructural, 3) la debilidad del mercado interno; 4) la política fiscal que se está instrumentando; y 5) los problemas de inseguridad pública.
Es así que se vuelve indispensable que trabajemos implementando medidas para blindarnos con respecto a estas situaciones potenciales que implican un riesgo, para que de esta manera nuestra recuperación sea sólida y sostenida. Es importante hacer un llamado a las autoridades para que impulsen fuertemente los programas de apoyo a los exportadores, y que se avance en la simplificación administrativa para que disminuyan los costos de operación para las empresas.
De igual manera, deben apoyarse las misiones comerciales al exterior y debe promoverse una mucho mayor presencia de los productos mexicanos en los mercados europeos y asiáticos. Además de que también es fundamental que por parte del gobierno haya una política económica promotora de los negocios, sobre todo aquellos micro y pequeños.
De igual forma, para la comunidad empresarial lo que nos corresponde es estar preparados para retomar nuestras exportaciones a los mercados que se han venido recuperando (especialmente el europeo), además de que se le debe apostar fuerte a la creatividad y la innovación para conquistar nuevos mercados, para de esta forma se pueda consolidar el incipiente proceso de recuperación de la producción y del empleo que ha ocurrido en los últimos dos meses.
Para concluir vale la pena resaltar que estamos atravesando una importante coyuntura porque el mundo comienza a recuperarse (y nosotros vamos un poquito rezagados), y debemos aprovecharla estando listos para abastecer aquellos mercados que primero se recuperen.
La tendencia de la economía mexicana es hacía la recuperación, y si desde el gobierno y la iniciativa privada tomamos decisiones inteligentes y creativas la recuperación de la actividad y el empleo llegará aun más pronto.
(*) Director general GAEAP
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