Por Mario Barron Pérez-Moreno
En esta crisis económica que vivimos, para muchos expertos la peor en décadas, es fácil creer que todo saldrá mal, que no tenemos oportunidades, que se nos cierra el mundo y aquí nos referimos a empleados, desempleados y pequeños empresarios por igual.
Pareciera que no hay salida y lo único que podemos hacer, es quejarnos, cerrándonos al mundo de posibilidades que existe afuera y que podemos crear, crisis en chino signfica también oportunidad, eso ya lo sabemos, pero, ¿es lo mismo de fácil si tratamos de poner esta premisa en práctica?
Tomemos un ejemplo de superación y lucha en tiempos de crisis:
Simón Levy-Dabbah, es un joven mexicano que desde muy temprana edad, empezó a destacar en la academia y en la literatura, a los 15 años ganó varios concursos de poesía y al poco tiempo publicó su primer libro: "Comenzó con una letra".
En 2003, luego de concluir sus estudios en Derecho por la UNAM con mención honorífica, lanzó su segundo libro "Globalización Económica", en ese entonces, trabajaba como destacado abogado en materia corporativa y civil, antes de fundar su propia firma, la consultora Latinasia, que desde 2004 ha realizado diversos proyectos que buscan hacer negocios en Asia.
En ese periodo, publicó sus libros "China: la Fábrica del Mundo" y "Rumbo a China", todo esto antes de cumplir 30 años.
El joven empresario siempre tuvo en mente salir avante de las situaciones más difíciles, "nada no es dado, tenemos que luchar, salir adelante con fuerza y decisión, sí, cuesta lágrimas, sudor, pero al final siempre el esfuerzo da resultados", dijo en una ocasión.
Sobre su trayectoria, Simón llegó a afirmar que "a los que nos nos fue otorgada una inteligencia suprema, el éxito depende de tener una visión de las oportunidades antes que los demás y ponernos en acción".
Como profesionista, nunca tuvo miedo al cambio y mantiene una gran capacidad de re-invención ante las adversidades, así como una sed de aprender y conocer.
No se considera un ejemplo intencionalmente, sin embargo, lo es para todo joven estudiante que está a punto de salir al mundo real; también nos puede dar la pauta para evitar que buenas premisas se conviertan en malas ejecuciones.
En todo emprendedor, el común denominador es la ambición por lograr sueños y vencer las adversidades.
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