viernes, 16 de octubre de 2009

Completitud: un viaje multi-didáctico e interactivo por los misteriosos caminos de la enseñanza-aprendizaje


.Un camino hacia una vida integralmente feliz
.Útil para empresarios en tiempos de crisis

Por el Profesor Roberto Hernández Villeda


¿Qué es Completitud?

El término de completitud es una composición de dos palabras, una invención mía, porque quise unir dos conceptos y palabras fundamentales: una que es completa y lo otro es la plenitud, la plenitud de lo completo; ¿por qué? Porque yo he visto en el transcurso de toda mi experiencia que es de 30 años en el campo de la enseñanza-aprendizaje que todos tenemos huecos en nuestros procesos educativos, obviamente hay gente que pues pasó Geografía con 6 o pasó Matemáticas con 7, a lo mejor Historia con 10, pero todo el conocimiento que no se aplica, se pierde o, se olvida.


Entonces, esos huecos que vamos teniendo a lo largo de nuestro proceso educativo personal, nos va dando incapacidad para tener información adecuada y tomar decisiones que vayan a resolver el problema, porque además la gente, normalmente no sabe cómo plantear un problema, ejemplo, estamos en una crisis brutal, ¿cómo se plantea ese problema? Y normalmente lo que la gente hace es decir, pues el gobierno tiene la culpa, en parte es cierto, el desempleo, la carestía, la inflación, la devaluación, etc. Todo esto es cierto, pero también hay otra cosa y muchas otras cosas más.


¿Cuál es tu actitud personal ante todo lo que está ocurriendo?


¿Estudiaste? O ¿No estudiaste?, ¿te preparaste? O ¿no te preparaste? Para tener no el plan B, sino el C, el D o E,F,G hasta la Z; no se hace eso, ahorraste? En tus épocas de bonanza en que unos tienen, otros no mucho, pero excedentes siempre hay, se ahorró? Hemos tenido la actitud de ver de que modo podemos cambiar de actividad sin que ello quiera decir que nos vamos a cambiar solamente porque tenemos que cambiar, por ejemplo, soy economista y quiero ser diputado, quién no quiere ser diputado, pero tengo que prepararme para serlo, meterme a la política, etcétera.


Entonces, ninguna de las personas nos hemos ocupado realmente en ver qué alternativa nos puede favorecer y sobre todo qué quiero hacer, que me guste hacer y que quiera yo hacerlo deliciosamente todo el tiempo y que además me gane yo mi dinero para vivir y para vivir bien; normalmente estamos en trabajos que no nos gustan, en actividades que detestamos pero como nos pagan pues ahí está.


¿Cómo se ubica o se plantea un problema?

Normalmente somos muy deterministas en ver el problema afuera: El gobierno, mi mamá, mi papá, no me dieron escuela, tuve que trabajar, no tuve tiempo, no pude estudiar, etcétera. Pero muy pocas veces se ve que el problema está realmente dentro de uno.


La Completitud es ver qué huecos tenemos en esa formación, cómo llenar esos huecos y ver cómo cuando tú llenas un hueco, sientes la plenitud de llenarlo y de tener una herramienta más para resolver tus problemas.


La completitud es un sistema de enseñanza-aprendizaje que nos lleva a darnos cuenta de que no nos damos cuenta, prácticamente, de nada y para esto empleamos todo un proceso de aprendizaje y cómo usar los cinco sentidos, entre muchas cosas, ¿por qué?, porque los cinco sentidos son las formas en que nosotros obtenemos información, son extensiones del cerebro, la vista, el gusto, el olfato, el oído y el tacto…¿qué pasa si tu no tienes información y quieres resolver un problema, ¿cómo es tu toma de decisión? ¡Cero!


Por ejemplo, uno de mis clientes me llamó para comentarme que su esposa acababa de perder su trabajo en la Compañía de Luz y me preguntó: ¿qué hacemos? No puedes hacer más que ir a recoger tu dinero y tener una cartera de inversiones y ver en qué te vas a emplear pero para ver en que te vas a emplear, necesitas prepararte y eso debió haber sido hace un año, esto no es nuevo, ya había estado anunciándose hace mucho tiempo.


Es el cuento de “ahí viene el lobo, ahí viene el lobo”, finalmente como el lobo no llega, se confían y justo como ahora, piensan “esto ni va a pasar”, resulta que la completitud te hace estar alerta y hace que te des cuenta que no has sido educado en tus cinco sentidos…aquí una pregunta que quisiera hacerte querido lector: ¿alguien te ha enseñado a ver? Otra pregunta: ¿alguien te enseñó a oler? Desde el kínder debieron haber empezado esos procesos, si no, es que desde antes tus padres te debieron enseñar a oler.


Debemos aprender a ver, a oír, a tocar, a oler y a tocar


Todo mundo da por hecho que ya saben oír, ver, oler, tocar y gustar; mas de 35 años enseñando estos procesos de enseñanza-aprendizaje me han asegurado que el 98% de las personas no saben ver, ni tocar, ni oler, ni gustar; ¿cómo es posible esto? Necesitamos entonces hacer una reeducación del aprendizaje de cómo hacerlo y entender para luego comprender.


Pongamos otro ejemplo: cuando alguien llega a visitarme, seguramente lo que más les llama la atención son mis números estantes, llenos de libros, pero una maceta que se está junto a la ventana, a la vista, me acuerdo de nuestro joven amigo, Mario Barron, que aquella vez que me entrevistó, le pedí que observara por favor la planta enredadera que contiene la maceta y que me dijera primero qué le inspiraba, qué le sugería…y se trata de una planta que se llama “Abundancia”, tiene un palo en que debía cubrir la enredadera, pero un buen día alguien movió la mesa sobre la cual se encuentra la maceta y se cayó, por lógica, por la forma en que quedó la planta después, hacia abajo, debió haber hecho que las ramas se quedaran caídas, pero están haciendo un trabajo de levantarse, de dirigirse hacia arriba y precisamente en esta ventana, mucho de lo que recibe durante el día es el sol, se están orientando hacia el sol, independientemente de la posición en que la planta se encuentra.


Aprender a sentirnos vivos


Mario en su interpretación me contestó “es que están buscando al sol, están buscando a la luz”, esta búsqueda de la luz es algo que es de hecho inherente en todos nosotros, es entonces que la completitud hace que te eduques y/o que te reeduques en tu forma de ver, en tu forma mirar, en tu forma de observar.


¿Por qué? Porque tal parece que todas las cosas tan importantes en la vida como ganar dinero o tener una pareja o comprar un coche o que te hagan diputado en la próxima legislatura, es lo más importante, pero para lograrlo, nadie se detiene a observar lo que está sucediendo en su entorno ni a disfrutarlo ni a gozarlo, ni darse cuenta qué información te está dando en este caso, la planta.
Para mi por ejemplo, cuando me subo a un taxi, yo disfruto todo lo que está a mi alrededor en ese paseo que me dan, aunque vaya a trabajar, yo voy disfrutando de las nubes, del cielo de las plantas, de las aves, de los animales, de la gentes que pasan, pero casi nadie ha pensado en olerse, en tocarse, en observarse y por eso no se dan cuenta que están vivos.


Te das cuenta que eres como un robot que funciona, te levantas, te bañas, desayunas, vas al trabajo, regresas, le das un beso a tu pareja, haces el amor con ella, cenas y al otro día te levantas y comienza la rutina nuevamente; ahora bien, desde Platón se sabe que nuestros cinco sentidos no nos dan toda la información, puede que nos engañen, solo nos dan una parte de la realidad.


Para obtener información


Lo podemos lograr a través de la re-educación y de volver a enseñar o de enseñar por primera vez, en este punto podemos decir que la Completitud se parece y no a otros sistemas como la Programación Neurolingüística (PNL), porque en un momento dado lo que la PNL te da es una forma de cómo funciona el cerebro a través de la repetición o de los llamados decretos, te puede inducir a un estado de conocimiento, pero son patrones fijos, ahora no se parece a la Completitud porque ésta se basa en estímulos totalmente emocionales y multididacticos.


Aquí lo que ocurre es que se experimenta la contemplación total de un objeto orgánico, orgánicamente a través de los sentidos, darnos cuenta de una textura, de escucharlo, de incluso saborearlo si se trata de algún comestible, yo he visto como la gente empieza a reaccionar, por ejemplo al experimentar a una fruta y se empiezan a usar verdaderamente los sentidos, hasta llegar a la lengua al saborear, ya para entonces empieza una vorágine de sensaciones, al momento de comerla, para muchos un acto tan sencillo se convierte en un acto cumbre. Mi pregunta después de experimentarlo es, ¿qué sentiste?


La mayoría dice: “nunca me había dado cuenta”


La Completitud es un sistema exacto que te hace darte cuenta y estar alerta, se estructura a través de una adecuada compaginación de todos los conocimientos tradicionales de enseñanza-aprendizaje de oriente y de occidente con una guía que va hacia el conocimiento ancestral de los mayas, pero lo más interesante de todo es que todos pueden aprenderlo, todas las personas, porque todas las personas no han sido instruidas adecuadamente, de ahí que también es muy personalizado aunque trabajemos en grupo, algunas personas necesitarán herramientas del budismo Zen, otras conocimientos y enseñanzas del Popol-Vuh, se hace todo un diagnóstico a través de diversos estudios, desde tests hasta el estudio de su fisiología.



Pronto se impartirán los nuevos talleres de Completitud, los días 4,5 y 6 de noviembre en 7 sesiones de 2 horas, mayores informes al 26-14-61-26 en el Distrito Federal, no te pierdas de esta experiencia.

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