Primera parte - Emilio A. Calderón Mora (*)
México, 7 de abril.- Desde que México hizo la transición a un modelo económico basado en el libre mercado; el comercio exterior ha sido uno de los motores clave de las actividades productivas del país.
La visión de este nuevo rumbo en la estrategia gubernamental, debió favorecer y consolidar al sector empresarial y planta productiva mexicana después de un periodo de protección de competencia extranjera; lo que le permitiría recibir los beneficios de la ahora apertura comercial.
El problema que no se previó con estos cambios fue que la mayoría de las empresas, principalmente pequeñas y medianas, no poseían los instrumentos y herramientas administrativas y técnico operativas para aprovechar las oportunidades que los mercados internacionales ofrecían. Es decir, no estaban preparadas ni capacitadas para competir tanto en el mercado nacional con la entrada de productos del extranjero y por ende pocas oportunidades de ingresar en el internacional.
Esta problemática se ha ido acrecentando en los últimos años en todos los sectores de la economía donde se desarrollan este tipo de empresas, son muy pocos los casos de éxito de pymes que han podido insertarse al comercio exterior con sus productos y servicios y aprovechar la tendencia de internacionalización de la economía mexicana y mundial.
Lo que se debe tomar en cuenta con este antecedente es ¿Qué se necesita para que las pymes mexicanas puedan insertarse en los mercados internacionales?
Si bien, y como lo dijimos en nuestra ultima participación en este espacio, la situación por la que pasa el mundo entero bajo el concepto de crisis financiera-económica; presenta una oportunidad para que las empresas replanten la forma de hacer negocios. Este planteamiento lo podemos aprovechar para generar una verdadera cultura exportadora basada en el manejo de un proceso de negocios adaptada a las condiciones de las pymes mexicanas, con el objetivo de estar listos en el momento que las aguas retomen su nivel dentro de los mercados internacionales.
Para poder crear este nuevo paradigma empresarial, lo primero que deben tener en cuenta los que toman las decisiones en las pymes; una vez que han optado como estrategia de negocios la internacionalización de la empresa, es: ¿Cual es la motivación para que la empresa busque ingresar a los mercados internacionales?, para que una vez reconocido este factor, se puedan determinar los elementos necesarios para ingresar de manera eficiente a los mercados extranjeros.
Actualmente podemos reconocer tres formas en que a los directivos de las pymes nacionales pueden encontrar la motivación o iniciativa positiva para realizar operaciones con el exterior y una cuarta que aunque es un factor de motivación no es el más deseable para la consolidación de actividades de comercio exterior.
La primera iniciativa es aquella en donde el empresario pyme identifique fortalezas dentro de la empresa y que puedan ser explotadas para participar en el extranjero. Estas fortalezas deberán ser: el poseer una buena administración, es decir un correcto uso del proceso administrativo (planeación -dirección- control y organización) en el desarrollo de sus actividades y que permita ser compatible con los proceso de exportación, pero al mismo tiempo flexible de acuerdo a las diferentes opciones que presenten los mercados internacionales.
Por otro lado, será conveniente que la empresa, para generar nuevos proyectos principalmente de comercialización internacional cuente con el apoyo financiero necesario tanto interno, como la facilidad de acceder a el por parte de fuentes externas que le permita cumplir con las responsabilidades y futuras obligaciones que implica la realización de la actividad de exportación.
Lo siguiente a analizar es si la pyme que opta por internacionalizarse tiene las instalaciones necesaria para consolidar el proceso de venta mundial, en materia de capacidad instalada de acuerdo a las proyecciones de una posible demanda extranjera. Ha considerar como parte de esta variable, será el de poseer la tecnología necesaria que se pueda adaptar para realizar la modificación de los diseños estructurales e informativos que el producto requiera para su rápida aceptación por parte de los consumidores y que pueda cumplir con las reglamentaciones que el mercado imponga.
Si bien estas tres primeras características son fundamentales para ingresar al mercado internacional, el siguiente elemento deberá tener más peso dentro de la iniciativa de internacionalización por parte de las pymes. El poseer y proveer al mercado con bienes y/o servicios nuevos o novedosos y que sean parte de un mercado específico en el cual existan niveles de consumo rentables y en constante crecimiento, es decir un segmento de mercado dispuesto a adquirirlo. Lo que permitirá generar demanda de corto plazo e ingresos a la empresa por parte de la actividad pero además le va a permitir que la reconozcan como una entidad que ofrece calidad en sus productos.
Fundamental será que los que toman las decisiones en las pymes consideren estos factores de manera conjunta y no individuales ya que esto les permitirá tener ventajas en el momento de generar su primera experiencia exportadora…………
(*) Profesor investigador de la Facultad de Administración y Facultad de Economía de la BUAP
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