Por Glafira Osorio Clark (*)
Está estructurada como una empresa privada que “orienta” información sobre el historial crediticio de los mexicanos, sin embargo, tiene más poder sobre los ciudadanos que casi ninguna dependencia oficial, y es el ”coco” de todo cuenta habiente, tenga éste problemas de liquidez o no.
Basta con que el “sistema” de un banco “falle”, para que ipso facto, el Buró de Crédito asuma que hay falta de pagos en un crédito, aunque la institución bancaria los esté cobrando al día.
¿Qué pasa si, como dicen los “ejecutivos de cuenta”, el “sistema falla” en la domiciliciación de un pago, y aunque éste sea cobrado, informa erróneamente al Buró de Crédito? Nada. Nada a favor del cuentahabiente, por supuesto.
Los empleados bancarios no tienen formación ni información. Cobran por atender al cliente, pero no lo atienden. Son ubicados en un escritorio para resolver problemas, pero no los resuelven.
En Banamex, esta situación se multiplica por decenas de clientes que tienen que esperar “más o menos tres meses” para que el sistema resuelva por sí mismo, un problema que afecta al cliente y a nadie más.
Banamex tiene decenas de cuentas hipotecarias que están en la misma situación. Algunas son arrastradas desde semestres atrás: el cliente tiene los recursos en su cuenta para liquidar la mensualidad del crédito hipotecario, luego comienza el calvario:
Por “una falla del sistema”, éste no retira el dinero sino hasta dos o tres días después, pero lo hace, y sin embargo, informa al Buró de Crédito que hay mensualidades vencidas.
En automático, el Buró se informa erróneamente, que los clientes en esa molesta situación, son incumplidos en sus pagos. ¿Y qué pasa cuando pide aclaraciones a Banamex? Los pomposos Ejecutivos de Cuenta no tienen idea de cómo proceder, limitándose a un “es usted quien tiene que resolverlo con Buró de Crédito”.
Buró de Crédito atiende en línea. Hay que enviar documentos, información personal delicada y luego señala error.
Es la manera que tienen las oficinas virtuales de no atender una solicitud de atención. Se dice que cuando hay intervención, es sólo como intermediaria para que el cliente sea escuchado por el Banco que emite los datos que ellos publican.
El mismo banco que lo tiene boletinado como deudor, aunque los recursos los tome puntualmente del cliente a quien afecta.
Buró de crédito sirve a los intereses de los bancos, no de los ciudadanos. El historial crediticio que ahí aparece, como se ve, muchas veces es erróneo, falto de veracidad, de inexactitud y arroja datos falsos.
En estos casos se debe esperar por una intervención oportuna de Condusef para hacer las veces de un agente clarificador y defensor, cuando no sólo el sistema virtual carece de razones, sino el operativo y el de escritorio en los bancos también.
En Estados Unidos, el presidente Obama ha impulsado un plan integral de reforma a la regulación financiera en donde es el usuario el protegido ante las instituciones bancarias. ¿Hace falta un órgano similar en México?
La duda es legítima cuando la indefensión del usuario es tácita frente a un Buró de Crédito sordo e instituciones bancarias autistas.
¿O el error y la falta de profesionalismo radica exclusivamente en Banamex?
(*) Analista
Está estructurada como una empresa privada que “orienta” información sobre el historial crediticio de los mexicanos, sin embargo, tiene más poder sobre los ciudadanos que casi ninguna dependencia oficial, y es el ”coco” de todo cuenta habiente, tenga éste problemas de liquidez o no.
Basta con que el “sistema” de un banco “falle”, para que ipso facto, el Buró de Crédito asuma que hay falta de pagos en un crédito, aunque la institución bancaria los esté cobrando al día.
¿Qué pasa si, como dicen los “ejecutivos de cuenta”, el “sistema falla” en la domiciliciación de un pago, y aunque éste sea cobrado, informa erróneamente al Buró de Crédito? Nada. Nada a favor del cuentahabiente, por supuesto.
Los empleados bancarios no tienen formación ni información. Cobran por atender al cliente, pero no lo atienden. Son ubicados en un escritorio para resolver problemas, pero no los resuelven.
En Banamex, esta situación se multiplica por decenas de clientes que tienen que esperar “más o menos tres meses” para que el sistema resuelva por sí mismo, un problema que afecta al cliente y a nadie más.
Banamex tiene decenas de cuentas hipotecarias que están en la misma situación. Algunas son arrastradas desde semestres atrás: el cliente tiene los recursos en su cuenta para liquidar la mensualidad del crédito hipotecario, luego comienza el calvario:
Por “una falla del sistema”, éste no retira el dinero sino hasta dos o tres días después, pero lo hace, y sin embargo, informa al Buró de Crédito que hay mensualidades vencidas.
En automático, el Buró se informa erróneamente, que los clientes en esa molesta situación, son incumplidos en sus pagos. ¿Y qué pasa cuando pide aclaraciones a Banamex? Los pomposos Ejecutivos de Cuenta no tienen idea de cómo proceder, limitándose a un “es usted quien tiene que resolverlo con Buró de Crédito”.
Buró de Crédito atiende en línea. Hay que enviar documentos, información personal delicada y luego señala error.
Es la manera que tienen las oficinas virtuales de no atender una solicitud de atención. Se dice que cuando hay intervención, es sólo como intermediaria para que el cliente sea escuchado por el Banco que emite los datos que ellos publican.
El mismo banco que lo tiene boletinado como deudor, aunque los recursos los tome puntualmente del cliente a quien afecta.
Buró de crédito sirve a los intereses de los bancos, no de los ciudadanos. El historial crediticio que ahí aparece, como se ve, muchas veces es erróneo, falto de veracidad, de inexactitud y arroja datos falsos.
En estos casos se debe esperar por una intervención oportuna de Condusef para hacer las veces de un agente clarificador y defensor, cuando no sólo el sistema virtual carece de razones, sino el operativo y el de escritorio en los bancos también.
En Estados Unidos, el presidente Obama ha impulsado un plan integral de reforma a la regulación financiera en donde es el usuario el protegido ante las instituciones bancarias. ¿Hace falta un órgano similar en México?
La duda es legítima cuando la indefensión del usuario es tácita frente a un Buró de Crédito sordo e instituciones bancarias autistas.
¿O el error y la falta de profesionalismo radica exclusivamente en Banamex?
(*) Analista
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