martes, 15 de septiembre de 2009

¿Pymes exportadoras rumbo al Sur de América?

Por Por Emilio A. Calderón Mora (*)

La realidad económica del país nos lleva a reflexionar sobre qué es lo que se está haciendo de manera errónea para que no se generen las condiciones necesarias para reactivar el crecimiento económico y salir de la crisis económica global de una manera más rápida, tal y como lo están haciendo ya en este momento países como Brasil, Corea del Sur; entre otros.

Si lo analizamos desde la perspectiva del comercio exterior llegamos a la conclusión, estableciendo que no estamos encontrando el hilo negro, de que la problemática del intercambio internacional que se realiza en México, es debida principalmente a la falta de diversificación de mercados que realizan nuestras empresas y sus respectivos productos y servicios.

Estados Unidos, es el referente comercial para la mayoría de las empresas nacionales que están dentro de las actividades exportadoras e importadoras y por ende concentra más del 80 por ciento de las transacciones mexicanas.

Al estar la Unión Americana pasando por una etapa recesiva, la demanda por productos mexicanos ha bajado de manera importante, lo que ha generado una disminución en la entrada de divisas para nuestro país por concepto de exportaciones, pero lo más importante es que la planta productiva ha empezado a resentir estos efectos y dado que el mercado interno no se ha fortalecido en los últimos años, las empresas han empezado a acumular inventarios o lo preocupante para el conjunto de la economía nacional, el cierre de muchas de ellas con los efectos negativos que esto genera.

Y si a esto le aumentamos la propuesta de aumento de impuestos por parte del gobierno federal, el panorama se presente NEGRO para el aparato productivo nacional, sin mencionar que las que mas van a resentir este efecto serán las micro, pequeña y medianas empresas.

Si bien ante este escenario las empresas mexicanas tendrán que nuevamente adaptarse al entorno económico nacional e internacional, basándonos en los posibles nuevos impuestos nacionales, a que se estima que la recesión de Estados Unidos pudiera tener forma de “W”, a la amenaza del rebrote de la influenza de tipo A-H1N1.
La planeación estratégica será una herramienta que apoyara a sobrellevar estos escenarios a los PYMEmpresarios de comercio exterior nacionales.

Buscando establecer dentro de este proceso un elemento innovador como parte de su estrategia de comercialización, que aqui el recomendado seria el de diversificación, ya que se presenta la oportunidad como parte del entorno recesivo.

Ante esto las PYMES mexicanas podrían hacer un giro de 180 grados y ver que America latina es un mercado potencial, al que a través de una óptica de demanda presenta la oportunidad para bienes y servicios nacionales.

En otras ocasiones en este espacio, se había mencionado que el estudio de los mercados es base para la diversificación y que por ejemplo, América Central presentaba oportunidades para la comercialización. Ahora daremos una perspectiva sobre Sudamérica, como eje de la estrategia de diversificación.

Mercados como Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Paraguay, Perú, Uruguay, Venezuela, sin olvidar a Surinam, la Guyana y la Guayana Francesa, que si bien presentan condiciones diferentes dentro de las perspectivas económicas, sociales y políticas, generan un reto para los productos y servicios mexicanos, sobretodo por que no es un mercado que genere una motivación generalizada para el empresariado nacional. Aquí algunas de las ventajas de estos mercados.

Primero, si se trata de preferencias arancelarias como un elemento de toma de decisiones, con la mayoría de las economías del cono sur del continente americano se tiene esa posibilidad, gracias al acuerdo regional conocido como ALADI (Acuerdo latinoamericano de integración), que otorga acceso favorable a productos mexicanos aunque de manera relativa a ser acuerdos de alcance parcial.

Por otro lado, con Chile, Uruguay, Bolivia y Colombia se tienen tratados de libre comercio suscritos desde hace más de 10 años algunos de ellos, lo que presenta una oportunidad para los productos mexicanos de entrar libre de arancel de comercio exterior.

Ahora bien la percepción sudamericana del mexicano es positiva, de hecho es demasiado buena en la mayoría de los casos, situación que debería ser aprovechada para reflejarla en productos y servicios hacia esos países, buscando aquellos nichos de mercado que pudieran adaptarse a las condiciones del PYMEmpresario de comercio exterior mexicano.

Cuestiones como idioma, exceptuando a Brasil a Surinam, a Guyana y ala Guayana francesa, favorecerán el inicio y cierre de negociaciones. Pero teniendo en cuenta que habrá ciertas costumbres y tradiciones que podrían generar dificultades sino son bien conocidas o aceptadas como parte de la cultura de las naciones sudamericanas al momento de ofrecer bienes o servicios nacionales.

Para este sentido los entes promocionales del comercio exterior mexicano deberán reforzar la presencia en estos mercados como parte de una estrategia nacional de diversificación, pero sobretodo proporcionar la información relativa a los mismos de calidad para que el empresario de comercio exterior mexicano pueda abordar de manera eficiente estos mercados en el mediano plazo y ser un nuevo destino para las exportaciones mexicanas.

(*) Profesor investigador de las facultades de Economía y de Administración de la BUAP; decano de la licenciatura de Negocios Internacionales de la UDAL

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