jueves, 17 de septiembre de 2009

¿Para qué nos sirve un presupuesto?


Por Mario Barron Pérez-Moreno (*)

Para todo empresario e incluso para personas como usted o yo, es muy importante tener un control de nuestros gastos y esto se logra básicamente, con la organización y programación de nuestros ingresos; para la elaboración de un plan de negocios y concretamente, para elaborar un estado financiero de nuestra empresa, es vital contar con un buen presupuesto, considerando que a mayor control de nuestras finanzas, mayores posibilidades existen de que nos otorguen un préstamo por ejemplo.

Por ello, la elaboración de un presupuesto es vital para la administración financiera, si usted tiene una buena comprensión acerca de los principios para elaborar un presupuesto, en tal caso, estaremos bien ubicados a fin de lograr una firme administración financiera.

Planificación de un presupuesto

Imaginemos un cuadro de la vida diaria: ¿Cuánto puedo gastar en los comestibles cada semana? ¿Voy a necesitar trabajar horas adicionales para pagar por todos mis libros? Un presupuesto nos ayudará a contestar estas preguntas y es totalmente esencial para manejar nuestras finanzas personales, ahora imagine usted lo que significa para una empresa. ¿Necesita entonces un presupuesto? Sí. ¿Todos necesitamos un presupuesto? decididamente, sí.

Ya comprendemos por qué necesitamos un presupuesto, ahora, debemos desarrollarlo de acuerdo con nuestra realidad y nuestras necesidades, anotando nuestros gastos para saber a dónde va nuestro dinero. Utilice sus anteriores gastos como guía y antecedentes respecto a su forma de gastar.

Posteriormente, realice una estimación de a cuánto ascenderán sus facturas nuevas, asegúrese de incluir gastos fijos de oficina, imprevistos, hasta gastos de alimentos como para una junta (café, té, galletas, trastos).

Incluya algún monto para algunos ahorros, tal vez demore algunos meses afinar su presupuesto a fin de que coincida con sus gastos habituales, no se preocupe, lo que debe pensar es que está trabajando en el control de sus finanzas; ahora, prepare una estimación sobre sus ingresos mensuales.

No incluya ingresos potenciales, es decir, solamente los ingresos que recibirá con seguridad; verique sus gastos y sus ingresos, en otras palabras, haga un balance: ¿sale más de lo que entra? Si es así, entonces necesita reducir los gastos.

Las facturas de eventos sociales por ejemplo, son fáciles de reducir; los costos fijos como los servicios públicos y el alojamiento son más difíciles; continúe reduciendo hasta tener suficiente para cubrir sus gastos.

Algunos expertos nos explican que "el mes es demasiado largo para nuestro presupuesto, si tuviese solamente 20 días, el dinero nos duraría lo suficiente." Este es un dilema común que enfrentan miles de hogares y empresas al presupuestar sus gastos y manejar su dinero, sin embargo, el manejo eficiente del dinero, comienza con metas que uno mismo debe fijarse.

La importancia del control de gastos

A todos nos parece que este ciclo se repite una vez y otra, al grado que pensamos que el dinero no nos alcanza y que no ganamos lo suficiente para pensar en inversiones, pero esta situación es simplemente un hábito que hemos adquirido, todo es cuestión de cambiar de actitud y de hábitos.

Ahora bien, ¿existe alguna buena razón para cambiar esta conducta? La respuesta es sencilla, nuestra tranquilidad financiera. Si comenzáramos a detener los impulsos de correr a las tiendas cada vez que cobramos, tendríamos una cantidad que se podría destinar al ahorro.

El problema es que cuando decimos ahorro, imaginamos que se requiere mucho capital y muchos años para obtener un beneficio, no obstante, nos sorprenderíamos lo conveniente que nos es ahorrar una suma pequeña de dinero durante un par de años, aun en tiempos de crisis.

Quizás nos permitiría pagar el enganche de nuestro coche o pagar un viaje. Visto de esta manera, resulta menos agobiante dejar de consumir productos de manera desenfrenada. Ya que al cabo de un tiempo, la recompensa es mucho más grande y placentera.


Controlar los gastos significa comprar de manera consciente y planeada, respetando un margen para otras cosas importantes como el ahorro.

Con el paso del tiempo, los gastos parecen ser más y más necesarios; parecen ineludibles. Es por eso que nos conviene vigilar nuestros egresos desde la edad más temprana posible, así aprenderemos también el hábito del ahorro y de la planeación de nuestras finanzas, pero de nuevo, no se preocupe, es un hábito que se puede aprender, la consulta con un buen especialista no está por demás, al contrario, nos puede ser de mucha utilidad.

Imagine usted cómo le permitiría pagar el enganche de un coche o pagar un viaje de placer. Visto de esta manera, resulta menos agobiante dejar de consumir productos de manera desenfrenada. Ya que al cabo de un tiempo, la recompensa es mucho más grande y placentera.

Controlar los gastos significa comprar de manera consciente y planeada, respetando un margen para otras cosas importantes como el ahorro, con el paso del tiempo, los gastos parecen ser más y más necesarios; parecen ineludibles.

Por eso, repetimos, es tan conveniente vigilar nuestros egresos desde la edad más temprana posible. Así aprenderemos también el hábito del ahorro y de la planeación de nuestras finanzas.

Elabore un plan presupuestal

Es importante comenzar a desarrollar un plan de vida, un plan de negocios en nuestro caso. Pregúntese: ¿Dónde quiero que esté mi empresa dentro de 5 años, dentro de 10 años y dentro de 20 años? Una vez determinado eso, tendrá una idea más clara de las acciones que necesita implementar para lograr esas metas.

Lo siguiente, es visualizar la importancia de esos pasos. ¿Qué será lo primero, segundo, tercero, que haremos?

Evaluación de necesidades

Tenemos que decidir cuáles son nuestros objetivos y qué es lo que necesitaamos; evalúe su situación financiera actual; analice la situación actual desde un punto de vista amplio. Puede llamarle a este paso ubicarnos en la realidad, hacer inventario a fin de obtener un marco de referencia, pero, independientemente de cómo lo llamemos, no debemos proceder antes de completarlo.

Hagamos un par de listas: una de metas y otra de necesidades.

En el momento de decidir lo incluiremos en estas listas, preguntemos a nosotros mismos:

¿Por qué quiero esto, cual es el rumbo que quiero para mi empresa?
¿Qué cambiaría en la administracion de mi empresa?
¿Que otras cosas cambiaría si dependiera de mi?
¿Qué es realmente importante para mí y mi empresa?
¿Coincide esto con mis valores?


(*) Co-Editor de Estrategia Pymes y consultor.

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