viernes, 29 de mayo de 2009

La oportunidad comercial de México

  • Requiere México cuentas externas en equilibrio para estabilizar el tipo de cambio
  • * Por Alejandro Gómez Tamez

El Financiero en línea

El INEGI informó hace unos cuantos días que durante el mes de abril de este año la balanza comercial de nuestro país registró un superávit de 210 millones de dólares, con lo que se ligan dos meses consecutivos en los que nuestro país observa un saldo positivo en su comercio con el exterior. Sin embargo, cabe señalar que durante los meses de enero y febrero México tuvo déficits en esta variable, por lo que en el acumulado de los primeros cuatro meses de 2009 tenemos una balanza negativa en -1 mil 680.6 millones de dólares.

Es importante precisar que el saldo positivo en la balanza durante abril se debió literalmente a un colapso en nuestro comercio con el exterior. De hecho si comparamos las exportaciones nacionales de abril de 2009 con las del mismo mes de 2008 vemos que éstas son un 35.6 por ciento más bajas. Por su parte, si comparamos nuestras importaciones de abril de 2009 con las del mismo mes de 2008 notamos que éstas cayeron 38.8 por ciento.

Hay muchas razones que pueden explicar esta fuerte caída del comercio internacional. Por una parte, podemos mencionar que la caída de la demanda mundial (por la contracción del Producto Interno Bruto –PIIB- de prácticamente todas las economías desarrolladas) ha provocado que las ventas de México al exterior caigan de forma importante. En cuanto a México, pues ya vimos que nuestro PIB se desplomó 8.2 por ciento en el primer trimestre del año, y por lo tanto estamos comprando mucho menos productos del exterior.

Un segundo factor que explica la fuerte caída de las importaciones de México es el alza en el tipo de cambio. En la medida en que la paridad peso/dólar sube los productos importados se vuelven más caros y es por ello que los dejamos de consumir para ser sustituidos (en muchos casos) por productos hechos en México. En este mismo sentido resulta interesante preguntarnos ¿Cuánto más habrían caído las exportaciones y el PIB mexicano si no hubiéramos tenido el ajuste en el tipo de cambio de 10 a 13.20 pesos por dólar? En otras palabras, si con todo y que tenemos ahora en día un tipo de cambio por arriba de los 13.20 pesos por dólar (que implica una apreciación del dólar frente al peso de un 32 por ciento con respecto a su valor de agosto de 2008) nuestras exportaciones se cayeron 35.6 por ciento en abril, ¿qué habría pasado con éstas si el tipo de cambio siguiera en niveles de 10 pesos por dólar?

El dato destacable pues es que en estos dos últimos meses México ha registrado superávits en la balanza comercial que nos están ayudando un poco a mantener estable el tipo de cambio no obstante la fuerte caída en la entrada de divisas por remesas, inversión extranjera y turismo. En el año 2008 tuvimos importaciones por encima de las exportaciones por un monto de 17 mil 260.7 millones de dólares, lo cual constituyó una importante fuente de salida de divisas para nuestro país, mientras que en los cuatro primeros meses de 2009 nuestro déficit en la balanza comercial es de apenas -1 mil 680.6 millones de dólares. Este último dato se compara favorablemente con el déficit de -2 mil 736 millones de dólares observado en los primeros cuatro meses de 2008; es decir, nuestro déficit acumulado hasta abril de este año es casi 39 por ciento más bajo que el observado en los mismos meses de 2008.

El disminuir nuestros déficits con el exterior se vuelve muy importante sobre todo si consideramos que el Banco de México también acaba de informar que en el primer trimestre de este año salieron del país capitales por un monto de 5 mil 639 millones de dólares, cifra superior en 86.2 por ciento respecto a la registrada en el mismo período de 2008. Además de que según datos del propio Banxico la entrada neta de recursos extranjeros a nuestro país cayó en 63.5 por ciento, ya que en el primer trimestre de este año ingresaron sólo 3 mil 632 millones de dólares, que se compara desfavorablemente con la entrada de 9 mil 940 millones de dólares que registró nuestro país en el primer trimestre del 2008.

México requiere de suficientes divisas para tener estabilidad en el tipo de cambio (tanto por elementos operativos de demanda de dólares por parte de empresas mexicanas, como por aspectos psicológicos) y poco a poco nos estamos terminando nuestras reservas internacionales, además de que ya utilizamos 3 mil 200 millones de dólares de la línea de crédito swap que nos había otorgado el Banco de la Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed) por hasta 30 mil millones de dólares.

En este sentido, el Banxico reportó que al 22 de mayo nuestro país tenía 76 mil 185 millones de dólares, cifra considerablemente por debajo del máximo histórico que tuvimos el 18 de julio de 2008 cuando éstas ascendieron a 86 mil 885 millones de dólares. Estos datos implican que desde inicio el mecanismo de venta de dólares por parte del instituto central el 9 de octubre de 2008 hasta el 27 de mayo de este año, nuestro banco central ha vendió unos 25 mil millones de dólares, lo que en el mejor de los casos ha evitado una mayor depreciación de nuestro peso.

Así pues, se vuelve fundamental tener cuentas externas sanas o superavitarias. Es por ello que ahora más que nunca debemos aprovechar la amplia red de acuerdos comerciales que tenemos firmados con 34 países, además de que ya es hora de que estos acuerdos funcionen a favor de México. Es lamentable ver como hemos firmado acuerdos comerciales a diestra y siniestra, de manera que ahora somos una de las economías más abiertas del mundo, pero que éstos han servido más a nuestras contrapartes que a nosotros. Muestra de ello es que tenemos déficits en nuestra balanza comercial con la mayoría de los países con los que tenemos algún tratado.

Para lograr revertir esta situación se vuelven indispensables los apoyos que los gobiernos federal, estatales y municipales puedan dar a las empresas exportadoras, y sobre todo a aquellas que incursionen a mercados diferentes del estadounidense al que actualmente destinamos poco más del 80 por ciento de nuestras exportaciones.

En este sentido los incentivos fiscales son de vital importancia, además de la creación de algún mecanismo de financiamiento a tasas muy preferenciales a las empresas exportadoras (Brasil acaba de anunciar la creación de un banco estatal para financiar exclusivamente a sus empresas exportadoras). Otros aspectos que pueden ayudar a mejorar nuestro desempeño exportador es el establecimiento de bodegas comerciales en el exterior (financiadas por parte del erario), acompañamiento en misiones comerciales, elaboración de estudios de mercado y detección de oportunidades de negocios, entre muchas otras acciones que se deben implementar con el principal objetivo de incrementar las ventas al exterior y mantener nuestro superávit en la balanza comercial.

También es muy importante que en este esfuerzo exportador no sólo participen las grandes empresas nacionales o transnacionales, sino también las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) de capital mayoritariamente nacional. Este esfuerzo requerirá de arduas jornadas de capacitación, pero una vez que más de estas empresas estén exportando veremos que el esfuerzo valió la pena.

México debe aprovechar la coyuntura actual para dar un giro en su política industrial y comercial. No es que los déficits comerciales sean malos, pero la historia nos muestra que aquellas naciones que tienen superávits comerciales son más prósperas en el largo plazo y son capaces de crear más empleos. Esa debe ser la apuesta económica de México, ya que nos ayudará a resolver muchos problemas como la inestabilidad en el tipo de cambio y la falta de crecimiento económico. Está en manos de los gobiernos, legisladores y empresarios lograr esta transformación. Esperamos que por el bien de México lo hagan.

* Director general GAEAP
alejandro@gaeap.com

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