miércoles, 27 de enero de 2010

Construyendo una empresa, paso 1: Las cualidades de un empresario


.La pyme paso a paso

.La personalidad de un buen empresario

Por Mario Barron Pérez-Moreno

Hablar de ser empresario o tener una micro o pequeña empresa resulta un tanto complicado, ya que su misma flexibilidad operativa nos hace muy difícil poder siquiera catalogarlas.


Me refiero a que ser un microempresario en países como el nuestro muchas veces es fortuito, no precisamente por una vocación emprendedora; tal vez existen personas que además de tener un empleo, también realizan actividades comerciales o de negocios para obtener ingresos extra.


Otras personas tienen un pequeño negocio porque los han liquidado en en sus trabajos o bien, se encuentran en el subempleo al carecer de uno formal, en fin, como se puede apreciar, las posibilidades o mejor dicho, circunstancias, son diversas y tan diferentes entre sí como numerosas.


Pero a partir de ahora, vamos a enfocarnos a la vocación emprendedora, a las personas que quieren ser empresarios y sienten esa ferviente necesidad de cumplir metas y lograr posicionar un producto, un servicio y tal vez hasta una marca en el mercado; hablamos de las personas que quieren impulsar actividades productivas, crear compañías y también trabajos.

Para ello, ¿qué cualidades debe poseer un buen empresario y cómo se pueden desarrollar?

Veamos lo que es un verdadero empresario:

Es aquella persona que, impulsada por el deseo de ser independiente, de no trabajar para otros, crea y desarrolla una idea que representa la posible solución a los deseos o necesidades del consumidor, y que organiza, dirige y asume los riesgos medidos de la creación y operación de su propio negocio.


En este proceso está latente la intención de vencer dificultades, esperadas e inesperadas, que se cruzan por su camino y a esto le se llama ingeniería empresarial (la facultad de aprender de los errores y prevenirlos en el futuro, estando preparados y comprendiendo cada situación a resolver)


¿Por qué lo hace?


Por su necesidad intrínseca de hacer las cosas a su manera, sin tener que dar cuentas a nadie (esto no lo debemos malinterpretar: es muy diferente ser autónomo a libertino, no debemos nucna cerrarnos a la opinión, a la consulta). Por circunstancias inesperadas, como pérdida del empleo, alguna enfermedad repentina, o una modificación en su situación económica (herencia, lotería, etc.).


Atraído por una necesidad de mercado que está seguro que puede satisfacer a un precio razonable y con una buena calidad a efecto de ser competitivos.


¿Cómo es la personalidad de un Empresario?


Para nuestro propósito, la palabra personalidad enfocada al empresario se refiere a la persona total. Es el resultado de lo que has sido, de lo que has hecho, de lo que haces, de lo que has pensado hacer, y lo importante, lo que quieres llevar a cabo.


Es un hecho que cualquiera de nosotros no sirve para todo. Por ejemplo, para ser torero se requieren características especiales que la gran mayoría de los mortales no poseemos, tales como valentía, amor al peligro e indiferencia ante el prolongado e inútil sufrimiento de un animal indefenso.


De la misma forma se requieren ciertas características especificas para enfrentarse a algo menos peligroso que un toro pero más útil para la sociedad que una corrida: las acciones y decisiones básicas para la gestación, fundación y operación de un pequeño negocio.


¿Posees atributos fundamentales para convertirte en un empresario?


Las personas que nacieron para ser empresarios son personas muy motivadas para lograr sus propósitos, deben asumir los riesgos para conseguir lo que se proponen, pero su gran confianza en sí mismos los impulsa a actuar en lugar de refugiarse en un rincón de su casa a lamentarse por lo mal que les ha ido últimamente, por su mala suerte o por el negro futuro que se vislumbra en el mundo, en el país y en sus vidas.


Un empresario es optimista por naturaleza o por sus vivencias, también es original y confía en sus propios recursos (recursos que muchas veces buscó desarrollar como empleado y no pudo).


Por lo tanto, no teme a lo desconocido, sino que se informa primero sobre la naturaleza de los negocios, se sensibiliza a las tendencias que se manifiestan en el presente, adquiere una buena información alrededor de sus propios intereses, siempre está dispuesto a innovar, posee gran flexibilidad y no se condiciona por juicios preestablecidos acerca de situaciones, personas, países, productos, empresas, mercados, industrias, etcétera.


Además, busca y encuentra oportunidades, tiene una vehemente necesidad de realización, de reconocimiento, de independencia y de ser su propio patrón.
No es necesariamente conflictivo pero no es su estilo trabajar bajo las órdenes de otro.


Sin embargo, sabe muy bien que todo lo anterior no es tarea fácil, pues por su experiencia o por intuición sabe que para él sería mucho más difícil trabajar como empleado, aunque aparentemente esta situación le brinde mayor seguridad relativa.


En conclusión: ¿Nos interesa ser verdaderos empresarios?


Para ello, debemos juzgar por nosotros mismos nuestras propias cualidades empresariales.


Poco se ha escrito en México respecto a las cualidades empresariales básicas para fundar un negocio. La verdad es que no existen reglas mágicas que por el solo hecho de cumplirse garanticen ipsofacto el éxito en los negocios.


Sin embargo, existen ciertos aspectos que identifican más cercanamente a las personas con inclinación a la vida independiente de los negocios .


Es muy oportuno revisar tales puntos que han sido extraídos totalmente de la experiencia práctica.


Con información de NAFIN

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